ALTO ARAGÓN / ARAGOI GARAIA: lauburuak

LOS SIGNOS DE LA PIEDRA

*texto extraído del panel divulgativo situado en la plaza de Piedramorrera

LOS SÍMBOLOS

La casa, que alberga a toda la familia y parte de su patrimonio, no sólo tenía que dar protección de los rigores del clima, sino también de los múltiples males naturales o sobrenaturales que pudieran amenazar a la misma. Por ello se colocaban en las casas símbolos de muy diferente origen, (cruces, religadas, estrellas de cinco o seis puntas…), bien para proteger de los males o bien para propiciar bondades, de los cuales han quedado muchos y buenos ejemplos en las casas de Piedramorrera. Estos símbolos ahuyentaban por ejemplo a las brujas, a las plagas o a los males de ojo. En el siglo XVII en el Alto Gállego y en el Alto Aragón en general hubo muchos casos de “endemoniados” o “brujería”, que aumentaron las supersticiones y los temores a lo sobrenatural de las familias, lo cual se plasmó sobre las casas.

ESPANTABRUJAS

Estos signos no sólo nos informan sobre unas determinadas creencias y medios de la sociedad que los utilizó, sino que también nos transmiten un contenido cultural acumulado. Algunos de estos símbolos surgen del entorno inmediato. En la zona se solía colocar por las noches un cardo en la puerta, porque si una bruja intentaba entrar, su curiosidad le arrastraba a cortar los pelos del mismo y en la tarea se le hacía de día y entonces ya no podía hacer daño. Igualmente, sobre las cenizas del Hogar se solía hacer una cruz para que no entrasen las brujas por la chimenea. Para este objetivo se colocaban sobre éstas esas figuras o piedras tan conocidas y llamativas que llamamos Espantabrujas y de las que no quedan casi ejemplos hoy en día en esta zona.

PUERTAS Y VENTANAS

Algunos de estos símbolos se utilizan desde la antigüedad más remota, y para cuando se colocaron en estas casas, aunque habían perdido parte de su contenido aún se los tenía como protectores o beneficiosos. Los más repetidos son las religadas (o cruces gamadas), y las estrellas de cinco o seis puntas. Las religadas son un símbolo del Sol que las primeras tribus europeas usaron como protección. Probablemente las estrellas de seis puntas también tienen un origen similar, de relación con los cuerpos celestes, y las estrellas de cinco puntas ya se utilizaban desde muy antiguo para la protección contra los seres malignos. En una ventana tapiada de Casa O Majo, en la plaza hay un precioso ejemplo de ambas estrella junto a la fecha “1800”.

NO QUIERA DIOS…

Además es frecuente encontrar inscripciones con invocaciones cristianas del tipo “Ave María Purísima”, “AM” o “IHS” (Jesús). La invocación verbal o escrita del nombre de la divinidad es un amuleto que se ha utilizado desde hace milenios, y todavía hoy se utiliza, por ejemplo cuando estornudamos (“Jesús”), como protección contra un mal inesperado. La agrupación de símbolos para aumentar su efecto protector o propiciador, es una costumbre frecuente. Por ello en ocasiones nos encontramos juntos en la misma piedra símbolos cuyo origen está en creencias religiosas o mágicas, como en la ventana de casa El Cheso, donde se mesclan la cruz y el corazón con las religadas y estrellas.